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Propósito del JEME 2020

Propósito del JEME

La intención de este documento es transmitir mi propósito sobre el diseño del Ejército de Tierra para los próximos años, para lo que necesitaré vuestro leal apoyo, acompañado de un permanente espíritu de servicio, así como una adecuada mentalidad y capacidad de adaptación que permita implementar las acciones con la necesaria flexibilidad.

Los años sucesivos estarán marcados por las exigencias de los nuevos riesgos y amenazas, que obligarán al Ejército a evolucionar y adaptarse, dotándole de un espíritu anticipador, capaz de actuar en todas las dimensiones del espacio de batalla.

El proyecto Fuerza 35 responde, fundamentalmente, a la necesidad de definir cómo deberían ser las unidades del Ejército de Tierra en el horizonte temporal del año 2035, para poder actuar en un ambiente operacional en permanente evolución y ante una situación de revolución tecnológica que ya se ha iniciado. Por tanto, deberemos disponer de unidades con capacidad para responder a nuestros compromisos nacionales e internacionales con la tecnología adecuada. En este proyecto el factor humano seguirá siendo el centro de gravedad de nuestra eficacia y, por ello, seguiremos dando la máxima importancia a la formación de los líderes del futuro.

Tras el desarrollo de la fase conceptual de la Fuerza 35, considero que es necesario afrontar un cambio en la estructura actual del Ejército de Tierra, pasando a adoptar una «Organización Orientada a la Misión» (OOM). El objeto de esta nueva organización será «garantizar, con los recursos disponibles, la generación de forma rápida y sencilla de las capacidades que determina la Directiva de Planeamiento Militar del JEMAD».

El desarrollo de esta OOM se realizará en tres fases complementarias que se deberán ejecutar de manera concurrente.

 

En la Primera Fase, cuya finalidad será la «agrupación por cometidos», se reducirán a tres los Mandos de Primer Nivel: Fuerza Terrestre, Mando de Canarias y Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD); aplicándose los siguientes criterios:

  • Integradas en la Fuerza Terrestre, tres Divisiones que se especializarán en sus cometidos principales:

      • División «Castillejos» que generará y adiestrará las Brigadas de Combate atribuidas a la OTAN y UE.

      • División «San Marcial» que generará y adiestrará las Unidades con capacidades muy específicas y con alta disponibilidad, que comparten apoyos operativos (operaciones especiales, montaña, paracaidista y helicópteros).

      • Mando de Apoyo a la Maniobra que generará y adiestrará a los capacitadores de nivel Cuerpo de Ejército y División.

  • Los Cuarteles Generales desplegables serán el CGTAD y los de la División «Castillejos», las Brigadas de Combate y el Mando de Operaciones Especiales (MOE).
  • La Caballería se integrará en las Brigadas como una Unidad de Combate plena, potenciándose sus capacidades en ese sentido y adoptando una organización ternaria.
  • La logística operativa se integrará en los apoyos a la Fuerza. Asimismo, se ajustará al nivel de ambición del JEMAD, que implica una Brigada Logística (BRILOG) con tres Agrupaciones de apoyo logístico (AALOG), una Agrupación de Transportes (AGTP) y una Agrupación de Sanidad (AGRUSAN).
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     Propósito del JEME

 

En la Segunda Fase, cuya finalidad será garantizar una cobertura del Ejército posible, se definirá una plantilla orgánica realista conforme a los efectivos previstos, lo que incidirá de manera directa en una mejora de la disponibilidad de las unidades.

En la Tercera Fase, cuya finalidad será la actualización del Sistema de Mando y Dirección del Ejército (SIMADE), se potenciará a la cadena orgánica (Mandos apoyados), simplificando las relaciones con las cadenas funcionales (Mandos que apoyan).

Con esta nueva organización, que facilitará la transición de las estructuras orgánicas a las estructuras operativas, todas las unidades estarán incluidas en la secuencia de empleo en operaciones y podrán ser atribuidas para configurar la Fuerza Conjunta que pudiera ser requerida por el JEMAD.

Todo ello con la finalidad de disponer de las capacidades adecuadas para afrontar los riesgos y amenazas presentes y futuros, sustentadas en una estructura realista y sostenible, que permita evolucionar y adaptarse de manera anticipada a las exigencias del entorno.

 

Madrid, a 9 de enero de 2020

 

Francisco Javier Varela Salas

Jefe de Estado Mayor del Ejército