Imagen de fondo

Berriak

viernes 3 de octubre de 2014

Zenbakia: 2014-056

Jornada de clausura del XXII Curso Internacional de Defensa

La cultura de defensa no es contraria a la cultura

Jornada de clausura del XXII Curso Internacional de Defensa (Fuente OCS-AGM)

             El XXII Curso Internacional de Defensa, organizado por la Academia General Militar y la Universidad de Zaragoza, se ha clausurado hoy viernes 3 de octubre con el desarrollo de dos ponencias en las que se ha abordado la cooperación entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil en Aragón. El acto de clausura ha estado presidido por el General Director de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación del Ejército de Tierra, Mariano Bayo; y en él también han participado el General Director de la AGM, Jerónimo de Gregorio; la consejera de Educación, Dolores Serrat; la vicerrectora de la Universidad de Zaragoza, Pilar de Zaragoza, y la concejal del Ayuntamiento de Jaca, Cristina Muñoz.

En su conferencia, la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, ha reflexionado sobre lo que supone la defensa, las relaciones recíprocas que hay entre defensa y cultura y, sobre todo, ha abordado las vinculaciones de la sociedad con las Fuerzas Armadas. Lo ha hecho, además, partiendo de los datos que ofrecen las encuestas y los barómetros de opinión al respecto que, a su juicio, “muestran una tendencia a la disminución del sentimiento de identidad nacional y a que tenemos una baja conciencia de la defensa”
Sobre las causas que han llevado a esta situación ha incidido en varios aspectos. Por una parte, la escasa cultura militar y, en este sentido, ha reivindicado “un mayor conocimiento del trabajo que desarrollan los militares”. También ha incidido en que “la sociedad actual ha confundido la cultura de la paz con el antimilitarismo y ha llevado a plantear como contrapuestos cultura de la paz y de defensa”. En este aspecto ha insistido defendiendo que “lo contrario de la paz es la violencia, no la defensa y que la cultura de defensa no es contraria a la de la paz”. “Es más –ha concluido–, creo que se complementan y me atreveré a decir que la cultura de defensa es la garantía de la paz”.
Dolores Serrat también ha reflexionado en Jaca sobre la idea de qué se puede hacer para mejorar la cultura de defensa más allá de la labor que desarrolla al respecto el Ministerio de Defensa. A su juicio, hay varios aspectos en los que se puede trabajar. En primer lugar, “en recuperar el sentido de identidad nacional desde la modernidad de nuestra realidad territorial”. Además, ha proseguido, “tendremos que mejorar para que desaparezcan algunos prejuicios que todavía quedan sobre lo que son las Fuerzas Armadas y en esta tarea es fundamental el papel de la educación”.
A este respecto, ha concluido, “lo primero que hay que hacer es fidelizar a la comunidad educativa en la política de seguridad y de defensa”. Y a grandes rasgos ha hecho hincapié en la importancia de “generar una estrategia que aborde el tema desde un lenguaje personalizado y que busque sorprender”. “Una sorpresa –ha manifestado– que debe materializarse en testimonios directos que relaten la eficacia y efectividad de las misiones que desarrollan las Fuerzas Armadas o que resalte los retos, riesgos y amenazas a los que se enfrentan”. Sus últimas palabras han sido para destacar que “es necesario tener una cultura de defensa y, para ello, hay que desarrollar una estrategia que sintonice con el cerebro y el corazón de los españoles”.
 
Aragón y las Fuerzas Armadas
Por otra parte, la directora general de Participación Ciudadana, Acción Exterior y Cooperación del Gobierno de Aragón, Isabel Cebrián, ha mostrado en Jaca de qué forma y en qué escenarios se lleva a cabo la cooperación al desarrollo aragonesa. En su intervención ha explicado que el fondo de solidaridad se estructura en dos partes: la cooperación directa a través de las ayudas de emergencia por catástrofes naturales o conflictos bélicos y el plan  director a través de la convocatoria pública de subvenciones.
En este último caso, las ONG,s y las entidades presentan sus proyectos y hay una comisión de valoración del Gobierno de Aragón que los valora y decide dónde colaborar. “Se destinan, sobre todo, a países en Iberoamérica, en África subsahariana y también a temas de formación y sensibilización”, destacando que a la hora de desarrollar este trabajo sobre el terreno “las Fuerzas Armadas proporcionan la seguridad fundamental para la labor que llevan a cabo los cooperantes”.
Isabel Cebrián ha explicado que en la actualidad nos encontramos en un momento clave, ya que para 2015 se establecieron los Objetivos del Milenio como erradicar la pobreza extrema, lograr la enseñanza primaria universal o promover la igualdad de género. “Se plantearon metas muy ambiciosas que no se han llegado a cumplir, pero se ha mejorado mucho. En 1990, por ejemplo, el índice de pobreza en el mundo era del 43% y en 2015 estaremos alrededor del 15%, pero hay que seguir trabajando en la agenda ´post 2015´”.

En este sentido, a pesar de la dificultad del contexto económico, ha asegurado que “en Aragón hemos podido mantener la convocatoria de subvenciones para la cooperación al desarrollo desde el primer año de legislatura”. Sobre el futuro de la cooperación también ha hecho alguna referencia, ya que  “hay cosas por innovar; de alguna forma hay que darle una vuelta a la cooperación, que sea más técnica para transmitir la experiencia y conocimientos de nuestra comunidad autónoma en aquellos países donde pueda ser más efectiva”. De esta forma, a su juicio, “se generará empleo y contribuiremos a mejorar la in situ la situación de los países más desfavorecidos”.