Imagen de fondo
Partekatu hemen: Texto no traducido Texto no traducido Texto no traducido

Regimiento de Infantería 'América' 66, de Cazadores de Montaña

Armas del AMÉRICA 66

Berriak

jueves 2 de marzo de 2017

Zenbakia: 126

15 de febrero, Agoncillo (La Rioja)

Cabalgando entre Valquirias.

Desembarco y despliegue.

Desembarco y despliegue. (Foto: RI América 66)

Ocupación de la posición.

Ocupación de la posición. (Foto: RI América 66)

El pasado 15 de febrero de 2017, una compañía del Batallón Montejurra, con sede en Pamplona, realizó una jornada continuada en el marco del PAP BIMT I/66 2017. A destacar en esta ocasión, que tuvo el honor y el privilegio de ser la primera unidad embarcada en un helicóptero NH-90 “Caimán”, en dotación en el BHELMA III (Agoncillo).

El escenario escogido fue el valle del Alto Jubera (La Rioja), un paraje abrupto y boscoso, aunque también con grandes zonas despejadas, que consta de tres núcleos de población abandonados; La Santa, Ribalmaguillo y La Monjía. Antaño la principal ocupación en estos pueblos, deshabitados en la segunda mitad del s.XX, era la ganadería. De sus iglesias en ruinas destaca la de Santa María (semi-restaurada) y la ermita de Santa Ana, donde todavía se acude en romería. El paisaje se adapta perfectamente a las zonas de operaciones en las que actualmente está desplegado el contingente español.

La Primera Sección, con un ojo puesto en su adiestramiento como Unidad de Protección (UPROT) “On Call” para la operación A/I (Irak), desarrolló tareas de reconocimiento de itinerario, escolta de convoyes, reacción ante IED’s y montaje de “checkpoint”, con la finalidad de asegurar la libertad de movimientos en la zona de ejecución.

Posteriormente realizó un ejercicio dirigido a practicar técnicas y procedimientos propios de las UPROT en beneficio de los componentes del Battalion Training Team (BTT). Se trabajaron técnicas de seguridad tanto en espacios cerrados como abiertos.

Por la noche, ya establecidos en La Monjía, se trabajaron procedimientos propios de seguridad en instalaciones.

Por otra parte la segunda Sección realizó un tema independiente, el cual consistió en una inserción y una extracción helitransportada. Esta sección inició el ejercicio acogiéndose a una COP y balizando una HLZ. A tal efecto, acudieron hasta la ermita de Santa Ana dos helicópteros con base en Agoncillo (La Rioja). Uno de ellos era un UH-1H, famoso tanto por su empleo en la Guerra de Vietnam, donde participaron 7013 unidades de este modelo, siendo destruidas 3305, como por su aparición en la magistral escena de Apocalypse Now, de Coppola, con “La Cabalgata de las Valquirias” de Wagner sonando como música de fondo. No en vano se trata de uno de los helicópteros con más éxito de la historia, con más de 16.000 unidades vendidas. En concreto, el “UH-Hotel” fue producido en mayor cantidad que cualquier otro modelo de la serie.

Pero incluso el viejo UH fue eclipsado por la sombra de un ave mayor y mucho más joven; el NH-90 “Caimán”. Dicho helicóptero es una sofisticada y versátil aeronave que se adapta a todo tipo de misiones, tanto en transporte de tropas como en operaciones de búsqueda y salvamento, evacuación de heridos y operaciones especiales. Con una velocidad de crucero de 260 km por hora, 300 km/h de velocidad máxima operativa, 3 horas con 20 minutos de autonomía y 6000 metros de techo de vuelo, el “Caimán” se sitúa a la vanguardia de todos los avances tecnológicos de nuestra época, aunque los pilotos veteranos siguen loando al UH, pues para manejarlo se requiere gran destreza personal.

Así pues, la Segunda Sección fue transportada, mediante un vuelo táctico, hasta un punto de inserción. Sus componentes se infiltraron por el bosque y realizaron un golpe de mano nocturno sobre una de las casas de “La Monjía”, donde se ocultaba un grupo de terroristas. Esta acción fue seguida de un movimiento de exfiltración, así como de una posterior extracción en helicópteros hasta la COP, realizada al amanecer. Cabe remarcar que el enlace con los tripulantes fue en todo momento en inglés.

Como conclusión, decir que los miembros de la unidad gozaron de una experiencia nueva y emocionante, que la colaboración con el BHELMA III fue ciertamente provechosa y que el pasado y el presente de la aeronáutica militar se dieron cita en “Santa Ana”, mientras las palas de sus rotores parecían rozar las aspas de los aerogeneradores circundantes.

En agradecimiento al BHELMA III.