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Comandancia General de Ceuta

Escudo de la Comandancia General de Ceuta

Berriak

domingo 30 de septiembre de 2018

Zenbakia: 123

El aleo, o el bastón de mando de los Comandantes Generales de Ceuta.

Por primera vez en los tiempos actuales, el Comandante General de Ceuta pasa revista a sus unidades, portando en su mano el mismo bastón que usó el primer gobernador de Ceuta en 1415.

Entrega del Aleo en el Santuario Virgen de África.

Entrega del Aleo en el Santuario Virgen de África (Stte. Pedro Avilés).

Alocución del COMGE portando el Aleo.

Alocución del COMGE portando el Aleo (Stte. Pedro Avilés).

Detalle del Aleo.

Detalle del Aleo (Stte. Pedro Avilés).

El aleo, o bastón de mando de los Gobernadores-Comandantes Generales de Ceuta, es una bengala de mando muy peculiar. Su origen se remonta a las postrimerías del verano de 1415, cuando tras la conquista de la plaza de Ceuta por parte de los portugueses, fue nombrado para el cargo de Gobernador del nuevo territorio de la Corona lusa a Pedro de Meneses, el cual respondió a la pregunta del rey Juan I de Portugal de cómo defendería Ceuta con un “con este palo me basto para defenderla de sus enemigos…”, portando en una mano el famoso aleo a modo de bastón de mando, ya que el COMGE no dispone de bastón de mando oficial.

Era tradición en esa época jugar a la “chueca”, un juego donde era utilizado este bastón. El aleo, de madera de acebuche,  mide 85 cm y pesa 240 gramos, siendo sus 16 nudos su signo más característico.

El COMGE, durante la parada militar del domingo 30 de septiembre, explicó a todos los presentes el significado e historia de este objeto que representa el mando sobre todas las fuerzas militares destinadas en Ceuta y su compromiso de defender la Plaza. Desde 1651 se ha depositado ininterrumpidamente en el Santuario de la Virgen de África, bajo Su protección ya que fue proclamada Patrona de la ciudad ese mismo año, destacando que desde esta fecha, el aleo es la primera vez que ha sido portado por un Comandante-Gobernador de la Plaza mientras pasa revista y se dirige a las fuerzas de su mando. Cada uno de ellos, al iniciar su mandato, reciben del Deán de la Catedral este centenario bastón en una ceremonia que tiene lugar desde hace siglos, y realizan el juramento: “…prometo defender la Plaza y mantenerla fiel a España y al Rey”. Inmediatamente después deposita el aleo de nuevo en manos de la Virgen de África. Toda esta ceremonia se recoge documentalmente mediante un Acta que se levanta el efecto.