Imagen de fondo
Partekatu hemen: Texto no traducido Texto no traducido Texto no traducido

Vigilancia y presencia en Lerma

lunes 4 de mayo de 2020

Zenbakia: 7952

En primera persona, contra la COVID-19

Relato de la cabo P. Martínez, del RACA 11

Soldados cerca de la plaza de San Blas

Soldados cerca de la plaza de San Blas

Como viene siendo habitual en la operación “Balmis”, a los componentes del Regimiento de Artillería de Campaña (RACA) nº11 nos asignaron llevar a cabo una misión de presencia. El miércoles 22 de abril fue en la localidad de Lerma (Burgos), la más grande en la que mi pelotón ha desplegado hasta la fecha. El recibimiento y acogida por parte de la población fue excelente y, desde el primer momento, tuvimos un sentimiento de satisfacción. El calor y los aplausos de la gente, reconociendo el simple gesto de que estuviéramos por sus calles, nos hizo sentir orgullosos del trabajo desempeñado.

La actividad se estaba desarrollando de manera tranquila, sin más incidentes que recordar, a los pocos viandantes que veíamos, las restricciones existentes de salida a la vía publica. Al aproximarnos a un céntrico parque, el soldado López y yo, vimos algo que nos resulto extraño. Un hombre de avanzada edad se encontraba compungido y sentado sobre un bordillo de la calle. Al momento de advertir nuestra presencia, el pobre anciano, nervioso y algo aturdido, saco un arrugado papel que llevaba en el bolsillo y comenzó a explicarnos que había salido a realizar unas compras y, por descuido, olvidó las llaves de su domicilio en el interior. Continuó explicando que en ese papel arrugado llevaba el numero de su hijo, pero que no tenia móvil ni forma de contactar con él. Sin dudarlo un segundo, procedimos a llamar a su familiar para informarle de la situación. Permanecimos con el anciano, dándole una amena conversación para que se tranquilizara y quitarle importancia a lo sucedido, hasta que su hijo apareció con las llaves de la casa.

Finalmente, y una vez resuelta la situación, continuamos con nuestra labor de presencia, no sin antes haber recibido el agradecimiento de ambos por ese pequeño gesto para nosotros, pero una gran anécdota para padre e hijo.