El proyecto tecnológico de la base logística del Ejército de Tierra se hace realidad

Repuesto de neumáticos en una base logística

Vehículo militar en taller logístico

La ciudad de Córdoba ha sido finalmente el lugar escogido para albergar la sede de la base logística del Ejército de Tierra, cuya construcción supondrá un extraordinario impulso económico y social para la zona. Así, está previsto que el proyecto contribuya a la creación de unos 1.600 puestos de trabajo de alta cualificación, en un gran porcentaje personal civil.

Se trata de un proyecto en el que el Ejército de Tierra viene trabajando desde hace más de 10 años, con el fin de racionalizar sus estructuras de apoyo logístico, para así mejorar la eficacia y reducir costes en el mantenimiento de las infraestructuras. Un centro logístico con los más altos estándares tecnológicos, que agrupará las actividades de mantenimiento del material del Ejército en una sola instalación.

Desde que se iniciaron los trabajos para la transformación del Ejército hacia la futura “Fuerza 2035”, este proyecto ha cobrado una mayor trascendencia. De este modo, se pretende que la nueva base se convierta en un centro moderno que incorpore sistemas basados en la robótica, inteligencia artificial, impresión en 3D, realidad virtual y aumentada, etc. Para ello, contará con la colaboración de la Universidad de Córdoba. Una alta tecnología que va a permitir una optimización del personal militar, aumentando el disponible para la Fuerza. Se trata, pues, de un proyecto de Estado, único y pionero en el mundo.

La inversión necesaria para acometer este innovador proyecto se amortizará en un breve período de tiempo, repercutiendo positivamente en el erario público. Asimismo, las capacidades estratégicas del Ejército de Tierra pueden ser aprovechadas por las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, otros sectores de la Administración e incluso ejércitos aliados. Además, han sido incorporadas las lecciones aprendidas de la operación “Balmis”, para que el renovado potencial logístico que dicha base proporcionará al Ejército pueda ser puesto al servicio de la sociedad.

El principal reto es la sincronización, ya que se debe realizar la transición del actual modelo al nuevo sin pérdida del apoyo logístico. La necesidad de mantener la cadena logística operativa y los esfuerzos en atender de manera preferente las diversas circunstancias del personal militar y civil implicados condicionan la hoja de ruta para la transición. En este sentido, la actividad en los centros actuales se mantendrá hasta la completa puesta en marcha de la nueva base, de forma que el apoyo logístico esté siempre garantizado.

En definitiva, se trata de un proyecto que redundará en una optimización integral de la logística militar al más alto nivel y que será un motor tecnológico, de creación de empleo y de I+D+i para la región.