Centro de Formación de Tropa nº 2

Placa conmemorativa

Inauguración calle

Durante el toque de Oración

En el día de hoy, ha sido descubierta una placa en una de las calles que desembocan en la ‘Plaza del Soldado Español’, Patio de Armas del Centro de Formación de Tropa Nº2, en memoria del cabo legionario Suceso Terrero López, como reconocimiento a los meritorios hechos de armas de que fue protagonista.

Siendo la ‘Plaza del Soldado Español’ un enclave de gran protagonismo en la vida militar de todos los alumnos que reciben su formación en el centro, se ha establecido un programa para honrar con esta iniciativa a personal de tropa que haya sido ejemplo de las diferentes Especialidades Fundamentales que aquí se forman.  

Con este motivo, y tras el solemne izado de Bandera matinal, se ha realizado un breve acto presidido por el Coronel Director. Después de la lectura de la efeméride correspondiente a la acción del cabo caballero legionario, la placa conmemorativa del acto de armas ha sido descubierta por el presidente de la Hermandad de Caballeros Legionarios; el coronel Jose Manuel Sanchez-Gey y un sargento primero de infantería destinado en el centro.

A continuación, se interpretó el toque de Oración reglamentario, donde los guiones y banderines rindieron homenaje. El presidente de la Hermandad recitó el espíritu de compañerismo del credo legionario junto a todos los asistentes al acto. ‘Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos’

Para perpetuo recuerdo de sus meritorios hechos, la calle inaugurada luce desde ya, la siguiente reseña:

‘Cabo legionario D. Suceso Terrero López.

En septiembre de 1921, tras días de hostigamiento por parte del enemigo, el ‘blocao’ de Dar Hamed, de gran importancia estratégica en la defensa de Melilla, pide auxilio ante la terrible situación que se padecía. Se decide enviar un pelotón de legionarios al mando del Cabo Suceso Terrero para que partiera de inmediato. Bayoneta en ristre, se abren paso con dificultad ante la intensidad del fuego enemigo hasta que, poco a poco, fueron cayendo en la defensa del puesto resistiendo al límite, sin agua ni municiones, momento en que un obús hace saltar por los aires la posición, muriendo con heroicidad todos su defensores’.