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Hacia un Ejército 4.0

martes 12 de mayo de 2020

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La segunda fase del Plan de Transformación Digital del Ministerio de Defensa permitirá la reestructuración del personal del Ejército hacia labores más operativas

 

Los datos son fundamentales a la hora de tomar decisiones. Tanto es así que se ha llegado a decir que son el petróleo del siglo XXI. Las empresas y organizaciones se apoyan constantemente en ellos y, con ayuda de las nuevas tecnologías, logran agilidad y eficiencia para transformarlos en información de gran utilidad.

No ajena a ello, la Administración Pública ha apostado por la digitalización y, concretamente, el Ministerio de Defensa tiene su propio Plan de Acción de Transformación Digital que afecta, como no puede ser de otro modo, al Ejército de Tierra.

Prácticamente concluida la primera fase, ahora habrá que implantar la segunda, con la que el Ejército afrontará un reto importante: «Tendremos que documentar, relacionar y declarar todos los procesos del Ejército, sus datos de entrada y los productos de información resultantes », destaca el coronel Morón, jefe de la, recientemente creada, Sección de Procesos y Gestión de la Información y el Conocimiento, encuadrada en la Secretaría General del Estado Mayor del Ejército.

 

'Esta fase del Plan afecta a 52 sistemas

de información vitales en

el funcionamiento del Ejército de Tierra'

 

Coronel Morón

Sección de Procesos y Gestión de

la Información y el Conocimiento

 

Todo ello deberá ir en consonancia con la Estrategia de Información del Ministerio de Defensa, la Instrucción para la Coordinación de la Gestión de la Información y el Conocimiento, que la desarrolla, y el propio Plan de Transformación Digital, ya en curso.

Mientras la primera fase del Plan, iniciada en 2018, iba más dirigida a las relaciones del Ministerio de Defensa con el resto de la Administración, e incluía acciones como la implantación de la Sede Electrónica; ésta mira más hacia dentro, e implica a los medios y servicios que afectan a la defensa, a situaciones de crisis y a la seguridad de la información.

«Esta segunda fase del Plan, próxima a publicarse, conlleva una serie de acciones con unos plazos, en los que se tienen que ejecutar, y afecta a 52 sistemas de información vitales en el funcionamiento actual del Ejército de Tierra», explica el coronel. De este modo, señala: «Ante todo, se trata de un cambio de mentalidad y requiere la eliminación de prejuicios».

 

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PILARES

1. Orientación al dato

Es preciso comprender que el soporte de toda organización es la calidad de sus datos. Por ello se persigue que cada elemento de información sea una fuente única de verdad, es decir, que esté basado en el dato único y accesible, que evite duplicidades, descoordinación y retrasos en la toma de decisiones. De esta forma, los miembros de la organización que lo requieran podrán disponer de los productos de información necesarios para el cumplimiento de la misión de una manera estandarizada, ágil y fiable.

 

2. Proceso

Se deberán documentar y relacionar jerárquicamente los procesos operativos y funcionales, para configurar el mapa de procesos del Ejército de Tierra.

 

3. Orientación a servicios

Se establece a partir de los dos pilares anteriores. Consiste en el aprovechamiento de las ventajas de las nuevas tecnologías; tales como el big data, robotización, machine learning o inteligencia artificial, entre otras. Para ello, se establecerá una Plataforma de Armonización para la Gestión de la Organización (ARGO), sobre la que se pondrán en servicio las aplicaciones que ejecuten los procesos anteriores.

 

¿Cómo afecta al personal?

El proceso de transformación afectará al personal y lo liberará, en gran parte, de las tareas burocráticas, susceptibles de automatización. De este modo, dotará de mayor cobertura a los puestos más operativos.

La nueva cultura de organización permitirá un mayor aprovechamiento de las capacidades humanas. Todos aquellos que desempeñan labores automatizables podrán dedicarse a aportar su conocimiento y creatividad, siguiendo el propósito del mando. De esta forma, la disponibilidad de información precisa y actualizada por todos los escalones permitirá la aplicación práctica del Mission Command. En esa filosofía, la Transformación Digital permitirá que cada combatiente, potenciado por las posibilidades de la tecnología, y dentro de una organización enfocada a la misión, aporte su voluntad, valores, preparación y experiencia al cumplimiento de la misma.

 

Un antes y un después

 

La obligación por parte del Ejército de acometer la segunda fase del Plan de Transformación Digital es también una oportunidad para organizar su información y optimizar sus procesos, en línea con el proyecto de Fuerza 35 y la Organización Orientada a la Misión, aprovechando la revolución tecnológica que ya se ha iniciado y afrontar, así, con mayores garantías de éxito, el complejo entorno operacional futuro.

El Ejército, consciente del cambio que se presenta, no recibe estas medidas por sorpresa, ya que en el verano de 2019 se creó el Grupo de Trabajo de Transformación Digital y, actualmente, se está constituyendo la Sección de Procesos y Gestión de la Información y el Conocimiento.

Para adoptar los cambios que se presentan, se requiere del compromiso de todos, como actores e impulsores. «Cada uno dispone del mayor conocimiento específico en su puesto de trabajo, proporcionado por la práctica y la experiencia diaria, por lo que cada cual es el más indicado para contribuir a documentar y mejorar los procesos de los que forma parte», expone el coronel.

Con todo ello, se logrará la actualización del Sistema de Mando y Dirección del Ejército hacia un concepto 4.0, que potencie la cadena orgánica y simplifique las relaciones funcionales.

 

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