EL TENIENTE GENERAL MUÑOZ-GRANDES INGRESA EN LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS

En uno de los edificios más antiguos de Madrid (la Casa de los Lujanes) y rodeado de retratos de personajes ilustres, el teniente general Agustín Muñoz-Grandes Galilea tomó posesión de su plaza como nuevo académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. El acto se desarrolló el 30 de noviembre, en una junta pública a la que asistieron multitud de académicos e invitados.

En su discurso de recepción, el teniente general habló de su “permanente aspiración a ser un buen soldado de España”, algo que ha tenido muy presente desde el día en que, hace ahora 58 años, prestó juramento ante la Bandera de España. A continuación, el académico electo hizo un elogio de Sabino Fernández Campo (ex jefe de la Casa de Su Majestad el Rey), cuyo asiento ocupa desde este momento.

Muñoz-Grandes estructuró su discurso en dos grandes bloques. En el primero habló de la “necesidad de activar una adormecida Conciencia de Defensa Nacional”, mientras que en el segundo expuso la “necesidad de reafirmar las virtudes militares”. Según él, entre éstas deben sobresalir el amor a España y el respeto a la dignidad del ser humano.

En este punto, citó a modo de ejemplo el artículo 53 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, referido al estilo de mando: “El militar que ejerza el mando se hará querer y respetar de sus subordinados; no les disimulará jamás las faltas de subordinación; les infundirá amor al servicio y exactitud en el desempeño de sus obligaciones; será firme en el mando, graciable en lo que pueda y comedido en su actitud y palabras, aun cuando sancione”.

Discurso de contestación
A continuación, el académico de número Juan Velarde Fuertes fue el encargado de contestar al teniente general. Lo hizo con otro discurso, en el que describió la trayectoria militar de Muñoz-Grandes, desde su ingreso en la Academia General Militar, con tan sólo 16 años, hasta su paso por la Región Militar Sur. Finalmente, el presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Marcelino Oreja Aguirre, entregó a Muñoz-Grandes la medalla que lo acredita como miembro de esta centenaria institución.