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Notícies
martes 27 de marzo de 2012
Nombre:
Impresiones de una Expedición: Travesía Ártica Laponia 2012
Cuando se presentó la oportunidad de poder participar en la Expedición del GMAM- Travesía Ártica "Laponia 2012", no me lo pensé dos veces y acepté el reto.
Después de una trabajosa preparación de la actividad, donde la logística es uno de los pilares más importantes para el éxito de la misma y de una intensa preparación física y psíquica, llegó el ansiado día 5 de marzo, y en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona y delante del mostrador de facturación de la compañía aérea Finnair, nos encontramos los integrantes de la expedición cargados de equipo y con rumbo a Helsinki.
Después un vuelo interior nos dejaba en Kittilä cerca del paralelo 68º N desde donde un transporte nos acercó hasta Hetta Enontekio, lugar de inicio de la primera parte de la expedición.
La travesía del Macizo del Pallas Yllästunturi, zona aislada al norte de Finlandia, nos llevó cinco intensos días recorriendo la tundra y la taiga del territorio lapón, desplazándonos sobre los esquíes y arrastrando una "pulka" (trineo) con más de 50 kg por zonas donde la nieve acumulada sobrepasaba la altura de una persona y atravesando collados, lagos helados y enormes bosques de coníferas y abedules. Fueron cinco días en los que predominó el mal tiempo, con frecuentes nieblas y ventiscas, que nos presentaron el temido "Whiteout" , donde se pierde la noción de la orientación y flotas en un mundo blanco.
Al final de la quinta jornada, con un día espectacular y una temperatura bastante agradable, el grupo llegaba a las orillas del Lago helado de Jerisjärvi. Ya habíamos terminado la primera parte de nuestra expedición.
Nos encontrábamos en Haukipudas, lugar cercano a la población de Oulu a orillas del Golfo de Bothnia en el Mar Báltico. Esta vez nuestro objetivo era adentrarnos en este mar helado y atravesar el golfo con dirección a Kemi, en la zona más septentrional del Báltico.
Nos desplazamos en paralelo y alejados de la línea de costa. Las temperaturas son bajas, pero al menos no tenemos el hándicap de los sube y baja de la zona anterior.
Después de 5 días, recalar en cuatro islas y recorrer casi 100 km por el mar Báltico helado, llegamos al pequeño puerto de Simo, cercano a Kemi, poniendo fin a la expedición.
Han sido dos semanas muy intensas en todos los sentidos, físicas, psíquicas y emocionales. He hecho realidad uno de mis sueños y he compartido aventuras, emociones y experiencias con un grupo humano extraordinario. Ha habido momentos duros, y momentos divertidos y alegres, hemos pasado frío y alguna que otra penuria. Hemos comprobado lo bien que saben nuestros embutidos y quesos nacionales, degustados en una cabaña en medio del mar helado...lástima de no haber tenido un buen vino. Pero al final, con lo que uno se queda es, con el compañerismo y la amistad que surge de manera espontanea, cuando un grupo de personas viven y comparten una experiencia de este tipo.
Aún tengo el recuerdo la emoción de fijar la vista hacia el norte del blanco horizonte, que era marcado insistentemente por la dirección de la brújula, hacia un punto del blanco horizonte, indefinido, lejano, y cuando volvía la mirada atrás, solo veía las huellas que dejaban en la nieve mi pulka, en la que ondeaba, agitado por el viento, el banderín de la AALOG 41.