Agrupación de Apoyo Logístico n.º 61

Alumnos del curso

Durante una de las clases

Las catástrofes son situaciones que superan la capacidad local de respuesta, produciendo un número significativo de víctimas. A pesar de su baja frecuencia, su extrema gravedad obliga a tener personal preparado para enfrentarse rápida y efectivamente a los diferentes tipos de desastres.

En 1769, durante una tormenta eléctrica en Lombardía, la localidad de Brescia se vio en gran parte destruida por la explosión de un depósito de pólvora alcanzado por un rayo, matando a más de 30.000 personas y siendo el peor suceso de la ingeniería humana. La segunda peor catástrofe de la ingeniería humana fue el atentado del World Trade Center, con casi 3.000 víctimas mortales.

En 1883, la erupción del Krakatoa, cerca de la Isla de Java, mato a más de 36.400 personas. La erupción de la ceniza alcanzaría la increíble altitud de 80.000 metros y el ruido provocado por las explosiones se oiría a 4.800 kilómetros de distancia.

En el siglo XIX, Irlanda estaba sometida a una enorme presión fiscal y a un atraso tecnológico muy notable por lo que las técnicas agrarias no eran las más adecuadas. Una epidemia de cierto hongo provocó que el principal producto que se plantaba en tierras irlandesas se viera afectado y con ello toda la población. La subsiguiente hambruna resultaría espeluznante matando a unos 2,3 millones de personas.

La conocida como “gripe española” (nominativo poco riguroso, toda vez que el pueblo español nada tuvo que ver con su origen causal o geográfico), la peste negra, la segunda guerra mundial o el terremoto de Haití, son ejemplos de todo tipo de tragedias colectivas, unas veces causadas por causas naturales, otras por graves errores o nuestra propia necedad.

Desde el 26 de agosto y hasta el 30 de noviembre, la Academia de Caballería de Valladolid está impartiendo el curso de “Atención Sanitaria a Múltiples Victimas y Catástrofes” del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Con un total de 14 alumnos de distintas unidades, la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61 (AALOG 61-BRILOG) aporta 2 alumnos plenamente dispuestos a adquirir los conocimientos que ofrece este curso, y cuya competencia se orienta a la prestación inicial de atención sanitaria y apoyo emocional y social en escenarios de catástrofes y emergencias colectivas, colaborando en la logística sanitaria, así como en la preparación y ejecución de planes de emergencia y de dispositivos de riesgo previsible.

La Agrupación demuestra una vez más su compromiso con la formación del personal militar que tiene un compromiso temporal con las Fuerzas Armadas, dándoles facilidades y recursos para que puedan optar al mercado laboral civil, una vez que finalicen su compromiso con la institución militar.

Agradecemos a los profesores su dedicación y les deseamos a todos los alumnos el mejor aprovechamiento de esta iniciativa.