Academia de Artillería

Inauguración placa homenaje capitán Méndez Parada

Placa conmemorativa

 El pasado jueves 19 de junio la Academia de Artillería homenajeó al capitán Méndez Parada, colocando una placa conmemorativa, un paracaídas y las fotografías del capitán en el comedor del centro; que a partir de esa fecha lleva el nombre de comedor ‘capitán Méndez Parada’.

Estuvo presente en el homenaje el general jefe de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas Pedro Luis Gutiérrez Alcalá, el teniente coronel jefe del grupo de Artillería de Campaña VI, Juan Martínez Pontijas y personal de la Brigada que se encontraba realizando unas jornadas de instrucción en el Centro Artillero de Simulación. 

Por ese comedor pasan a diario todo el personal del centro y los acuden a la Academia a los diferentes cursos y jornadas en el simulador.

Ya en 2016, el Ayuntamiento de Segovia homenajeó al capitán reinstalando nuevamente una placa conmemorativa en su honor en la fachada del edificio donde vivió, situado en la calle Judería Vieja de la ciudad castellana.

El capitán José Antonio Méndez Parada, nació en Segovia en 1899, ingresó como alumno en el Real Colegio de Artillería en 1916, siendo nombrado teniente en 1921.

Impartió en 1927 el primer curso de paracaidismo en España, concretamente en el aeródromo militar de Cuatro Vientos en las cercanías de Madrid, curso pionero cuya finalidad era enseñar a los pilotos y navegantes aéreos el manejo del paracaídas de salvamento.

El 7 de marzo de 1930, durante un vuelo de prueba con los aviones ‘Havilland’, el aparato que pilotaba el capitán sufrió una avería, ordenando al soldado que le acompañaba que saltase en paracaídas, con tan mala fortuna que el paracaídas del soldado quedó enganchado en el tren de aterrizaje. El capitán realizó todo tipo de maniobras para liberar el paracaídas del soldado, cosa que logró finalmente salvándole la vida, sin que sin embargo pudiese poner a salvo la suya, estrellándose el aparato contra el suelo.

El capitán Méndez Parada cayó gloriosamente en acto de servicio anteponiendo la vida de su soldado a la suya propia.