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Notícies
lunes 9 de septiembre de 2013
Nombre: 009
Una guardia muy especial: un cabo ayuda a evitar un suicidio en Cartagena
Nunca se sabe cuándo una rutinaria jornada de guardia puede convertirse en un día especial. En el día en que uno deja de ser un mero espectador para convertirse en la herramienta que ayuda a evitar la desgracia. Eso fue lo que le pasó al cabo Cristóbal Ojaos -destinado en el Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA nº 73), con sede en Cartagena-, el 28 de agosto, cuando estaba de servicio en la Comandancia Militar de Murcia.
Desde su puesto, el cabo Ojaos pudo ver cómo una mujer de 44 años accedía a la parte alta de la Muralla de Carlos III, también conocida como Muralla del Mar y que colinda con la verja de la Comandancia Militar, con la intención de arrojarse desde un altura de diez metros.
La primera reacción del militar fue la de intentar tranquilizar a la mujer y disuadirla para que no se tirara. Sin embargo, al comprobar que sus esfuerzos resultaban vanos, el cabo no dudó en llamar a la Policía Nacional para solicitar su intervención. Eran las ocho y media de la tarde. Mientras que los agentes se personaban en el lugar, Ojaos continuó entreteniendo a la potencial suicida para así retrasar un posible fatal desenlace.
Gracias a la colaboración del artillero, la mujer no advirtió la llegada de los policías y pudo ser reducida por uno de los agentes. Éste contó también con la ayuda de dos viandantes, que no dudaron en sujetarla, y de otros dos compañeros que, desde la parte baja de la muralla en el cartagenero Paseo de Alfonso XII, la intentaban convencer de que no se arrojara desde lo alto. El policía se jugó el tipo para reducir a la mujer, pues ésta se encontraba muy alterada e intentó zafarse a golpes, lo que pudo haber provocado que los dos se precipitaran al vacío. Finalmente, tras la arriesgada y exitosa intervención del agente, la mujer fue atendida por los servicios sanitarios, que le administraron un calmante y la trasladaron a las urgencias del Hospital Santa Lucía, donde quedó ingresada.
Y, aunque nadie conoce la causa de su honda desesperación, lo seguro es que gracias a la actuación de estos "ángeles de la guarda", entre los que se incluye el cabo Ojaos, ahora esa mujer de identidad desconocida tiene una nueva oportunidad para encarar la adversidad, para tratar de ser feliz.