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lunes 13 de abril de 2015

Nombre: 28

Mando de Adiestramiento y Doctrina.

Baeza repone el monumento a Pablo Arredondo Acuña.

El héroe baezano en el Paseo del Arca del Agua.

El héroe baezano en el Paseo del Arca del Agua.

Un momento del concierto del día 10 en el Teatro Montemar de Baeza.

Un momento del concierto del día 10 en el Teatro Montemar de Baeza.

Una Sección de la VIII Bandera del Tercio Don Juan de Austria en formación bajo la figura del Capitán Arredondo.

Una Sección de la VIII Bandera del Tercio Don Juan de Austria en formación bajo la figura del Capitán Arredondo.

Durante los días 10 y 11 de abril se han sucedido en la ciudad de Baeza una serie de actos destinados a restituir en su original pedestal la escultura del héroe baezano capitán Pablo Arredondo Acuña.
El capitán Arredondo fue un héroe legendario de La Legión, que murió luchando frente al enemigo en el año 1924 durante las campañas para la pacificación del protectorado español en Marruecos. Su vida fue corta pero de gran intensidad castrense. Murió con 34 años de edad, en los combates que tuvieron lugar durante la retirada de Xauen; unos episodios duros que tenían por finalidad replegar el despliegue de las fuerzas españolas hasta Tetuán. Retirada ordenada y siempre en estrecho contacto con la presión ejercida por las fuerzas de Abd del Krim, en aquel tiempo en la cúspide de su poder político y militar. Cubriendo la retaguardia extrema, las fuerzas de la legión que mandaba Arredondo se sacrificaron para permitir la retirada del resto de las columnas. Fue en Xeruta y su cadáver nunca pudo ser recuperado. Por llevar el cumplimiento del deber más allá del extremo exigible, fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando, máxima condecoración al valor en España. El héroe había sido el primer capitán que tuvo el recién creado Tercio de Extranjeros, estando al mando de la primera compañía de la primera bandera y antes de su muerte era ya una leyenda viva, pues estaba en posesión de otra Cruz Laureada obtenida en 1913, con apenas 22 años, en los combates de Laucién, habiendo participado, antes de morir, en más de 50 hechos de armas, y habiendo sufrido 10 heridas de guerra, la última de las cuales le hizo perder una pierna. Provisto de una prótesis y tras unos esfuerzos físicos titánicos, consiguió con su inquebrantable voluntad incorporarse de nuevo a los destinos de mayor riesgo y fatiga para encontrar gloriosa muerte al frente de sus legionarios.
Tras su leyenda y muerte, sus paisanos de Baeza, por subscripción popular le levantaron una estatua en 1927, monumento que fue volado en el primer año de la guerra civil.
Después de casi 80 años y también por petición popular (más de 5000 firmas entre ciudadanos e instituciones) el consistorio decidió reponer la figura del capitán en el lugar que ocupó aquella original escultura, esta vez obra de Francisco Javier Galán. El Alcalde de Baeza Leocadio Marín Rodríguez expresó que la reposición de la estatua era un acto de justicia histórica en memoria de los grandes hombres.
Entre los actos conmemorativos, el viernes 10 se inauguró en la Sala Gaspar Becerra la exposición fotográfica “La vida cotidiana en el Ejército. 1855-1925” perteneciente al Archivo General Militar de Madrid como ambientación histórica a la vida del bilaureado capitán.
También ese día se ofreció en el Teatro Montemar de Baeza un concierto a cargo de la Unidad de Música de la Brigada de la Legión, concierto glosado y dramatizado, mediante imágenes y textos alusivos a la vida y circunstancias militares del héroe, por el general de brigada Antonio Ruiz Benítez, subdirector de enseñanza del MADOC, autor del guión, y que condujo tan emocionante pregón patriótico, que alcanzaría su apoteosis en el momento en que la portentosa escuadra de gastadores ocupó el proscenio del auditorio entre los estremecedores sones del “Novio de la muerte”. Los asistentes aplaudirían a rabiar durante varios minutos.
El acto central de este homenaje tuvo lugar el sábado 11 a las 13.00 horas con la reposición del monumento en su original emplazamiento en el Paseo del Arca del Agua, presidido por el Ministro de Defensa Pedro de Morenés, el Alcalde de Baeza Leocadio Marín Rodríguez, Teniente General García Sánchez Jefe del MALE y Teniente General Alfredo Ramírez Jefe del MADOC, entre otras muchas y significativas autoridades civiles y militares. El acto contó con la participación de la VIII Bandera del Tercio Don Juan de Austria que acudió con una sección, escuadra de gastadores, banda de guerra y música; también estuvo presente el general de Brigada Juan Martín Cabrero Jefe de la BRILEG.
Para terminar el Alcalde de Baeza, pronunció un discurso en donde señaló la importancia de los héroes, y que lo son de todos los españoles, como referencias morales para el día de hoy y que nos deben servir de estímulo para obrar con rectitud y espíritu de servicio, siendo este legado el que daría pleno sentido a su enorme sacrificio.