Regimiento de Ingenieros nº 7

Monumento a nuestros héroes y Bandera Coronela

Sala Caballeros de la R.M.O. de San Fernando

Exposición al COMGECEU y autoridades

El Regimiento, a lo largo de su historia, desde su creación el 5 de septiembre de 1802, bajo el reinado de Carlos IV, como Regimiento Real de Zapadores Minadores hasta la actualidad como Regimiento de Ingenieros n.º 7, ha sido un extraordinario y fecundo semillero de héroes, que ha dado a España 167 Caballeros de la RMO de San Fernando, algunos hasta con 4 recompensas, contabilizando entre todos ellos un total de 209 Cruces individuales, muchas de ellas “Laureadas”, obtenidas combatiendo con el Regimiento a lo largo de todas las contiendas que ha sufrido nuestra Patria en los últimos 200 años.

Además, sus méritos, y los de todos los soldados que han servido en el Regimiento, han dado como resultado 5 Recompensas Colectivas de la R.M.O. de San Fernando:

• 2 Corbatas de la Laureada Colectiva de San Fernando.

• 1 Cruz Laureada de San Fernando Colectiva.

• 2 Corbatas de la Medalla Militar Colectiva.

Corbatas que luce nuestro glorioso Estandarte con orgullo ante quien lo contempla y que sirven diariamente como acicate para nuestro trabajo.

En homenaje a nuestros gloriosos héroes se ha ampliado la Sala de Honor de la unidad creando la “Sala de los Caballeros de la R.M.O. de San Fernando” que, tras finalizar la parada militar, fue inaugurada por el Comandante General de Ceuta, Luis Cebrián Carbonell.

En ella, ordenados alfabéticamente, hay un cuadro de cada uno de los 167 Ingenieros Militares con las recompensas de la RMO de San Fernando obtenidas y un sucinto relato de los hechos que las motivaron.

Sala que a partir de este momento, servirá de estímulo y motivación para seguir cumpliendo con nuestros cometidos en el día a día. De nuestros héroes, el RING7 hereda su espíritu que, recordándolo, interiorizándolo y poniéndolo en práctica, se fortalece el firme compromiso adquirido al ser soldados y zapadores.

En la parada militar el Cor. Miguel Ángel Casado Rincón, hizo una breve síntesis de las actividades en el año anterior, un año duro, exigente, de esfuerzo intenso en mantener todas nuestras capacidades permanentes, de iniciativas en la preparación, y de apoyo incondicional a todas y cada una de las unidades de la plaza, además mejorando las condiciones de vida en el Acto y aportando nuestro grano de arena en el engrandecimiento de nuestra historia. En definitiva, llegando al aniversario mejor preparados y siempre disponibles para lo que se nos ordene, que es nuestra razón de ser.

El acto terminó con un vino español que sirvió para estrechar más si cabe los lazos de compañerismo y camaradería que nos unen a los componentes de la Comandancia General de Ceuta.