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Notícies
martes 10 de mayo de 2016
Nombre: 18
Un Caballero Legionario rescata a un niño de un coche accidentado.
“TRANQUILA, SOY MILITAR Y TODO VA A SALIR BIEN”
Así de seguro se dirigió el Legionario Berbel a la madre del chico de 11 años que quedó atrapado inconsciente en el interior de su vehículo, tras el encontronazo con un presunto conductor kamikaze en la carretera A-7 dirección Almería. Los hechos ocurrieron el pasado día cinco de marzo y, de no haber sido por la inmediata actuación del militar que controló el tráfico y accedió al interior del coche siniestrado, pudo haberse lamentado una tragedia mayor.
“Frené y lo esquivé de milagro. Nunca olvidaré la cara del conductor que venía hacia mí en dirección contraria”, comienza Carlos tajante y serio. Berbel conducía por la A-7 a la altura del puerto de Almería cuando, de manera inesperada, un Mercedes se abalanzó contra él. “Lo primero que hice fue llamar al 112. Lo siguiente que pude ver por el retrovisor fue un camión accidentado”, continua el militar cuya reacción fue ponerse el chaleco reflectante y salir a cortar el tráfico. Una vez controlado el flujo de vehículos, Carlos fue advertido por el conductor del camión de que un coche había quedado atrapado entre el quitamiedos y la mediana como resultado del choque entre el mismo camión y el vehículo, cuando este último esquivó al presunto kamikace.
“Cuando me acerqué comprobé que la conductora y su hija estaban fuera del coche y gritaban porque dentro del amasijo de hierros se encontraba el hijo menor”, explica el legionario y continua: “A través de una de las ventanillas arranqué el airbag lateral que me impedía ver y accedí al interior del coche. Allí estaba el niño. No reaccionaba”. Siempre en contacto con el 112 hasta que llegó la asistencia médica al lugar del accidente, Carlos aplicó sus conocimientos de primeros auxilios según él mismo cuenta: “Lo primero que hice fue comprobar que tenía pulso y respiraba. Después le desabroché el cinturón para que pudiera respirar y comencé a llamarlo”. Pasaron unos largos diez minutos hasta que el niño volvió en sí entre lamentos de dolor y vómitos. “Entonces, tuve que despejarle la boca y la garganta para que no se atragantara. Después lo mantuve tranquilo hasta que llegó la ambulancia”, concluye el militar.
Mientras tanto, la Guardia Civil llegó a la zona del atestado. Al comprobar que Carlos estaba en el interior del maltrecho vehículo atendiendo al muchacho, un agente le preguntó si era sanitario, a lo cual Berbel respondió: “No soy médico, soy Legionario”. Entonces, y siempre en palabras de nuestro militar, al ver el control que Berbel tenía sobre la situación, la Benemérita se dedicó a asegurar los alrededores. Finalmente, tras la “impresionante” actuación de los bomberos que “abrieron el coche como si fuera mantequilla”, recuerda Berbel, el niño fue trasladado al hospital.
El Legionario explica que su rápida actuación se debió a los “conocimientos adquiridos durante su instrucción militar”. Carlos, que además es socorrista titulado, recuerda que: “Sabía lo que tenía que hacer, en ningún momento dudé”; además cuenta que lo que más le preocupaba de toda la situación, por encima de su seguridad personal, era “perder al chico”. Reflexiona: “Nos enseñan a salvar una vida pero, ¿Cómo le dices a la familia que la has perdido?”.
Pero esta dramática, y a la vez esperanzadora historia no concluye ahí. Días más tarde, y gracias a un comunicado difundido a través de las redes sociales en el que la madre del niño accidentado agradecía la atención del Legionario, tanto la familia como el militar pudieron ponerse en contacto. “Esperé a que el niño saliera de la UCI para ir a visitarle al hospital y llevarle un peluche de la cabra de la Legión”, explica Carlos y recuerda entre risas: “Él no se acordaba de mí, pero le hizo mucha ilusión, a él y a la familia, mi visita”. Fue en el hospital dónde un facultativo médico aseguró que, de no haber sido por la continua estimulación que el militar prestó al niño, posiblemente hubiera sufrido graves daños cerebrales.
Berbel asegura que le encantaría seguir en contacto con la familia. “Me hará mucha ilusión enseñarles la Brigada de la Legión, cómo trabajamos y qué hacemos”. Carlos se encuentra destinado en la 5ª Cia de la VII Bandera perteneciente al Tercer Tercio “Don Juan de Austria” de la Legión, y desarrolla su trabajo como músico experimentado en la Banda de Música en comisión de servicio. Es un claro ejemplo de que, con independencia de la misión encomendada, un militar es un militar. Carlos demuestra que sólo hay una forma de ser Legionario.
A modo de cierre, Berbel puntualiza: “Cualquiera en mi situación y de mi condición hubiera hecho lo mismo, por eso no pienso que haya hecho algo especial. No me considero un héroe, soy un militar que hizo lo que tenía que hacer, cuando tenía que hacerlo”.