Regimiento de Cazadores de Montaña "Galicia" 64

El actual Regimiento Galicia nació en el seno del antiguo Tercio de Lombardía, creado por el Gran Capitán para combatir en Italia a mediados del siglo XVI.

El instituto de historia y cultura militar del Ejercito Tierra, fija su antigüedad en el día 2 de junio de 1566.

Su organizador y primer Maestre de Campo fue Don Sancho de Londoño, celebre militar y excelente escritor se formó sobre la base de 10 compañías, 4 de arcabuceros y 6 de piqueros con unos efectivos de 2.200 hombres.

Al mando de Sancho de Londoño parte el nuevo tercio a Flandes, participando en todas las campañas que en el norte de Europa hicieron las tropas españolas, Geminghan, Briele, Mons, Harlen, Hook, Grave, Maestrick, Amberes, Paris, Sitio de Ostende, Rendición de Breda.

Existe documentación de que en una revista pasada en Bruselas el 1 de enero de 1632 aparece formado por un total de 21 compañías.

Al firmarse la paz de Utrecht, en 1713 regresa a la península instalándose en Benavente al Mando del Marqués de la Sierra.

En tiempos de Felipe V (1715) recibe por primera vez su actual nombre, de regimiento de Galicia, refundiendo en sus filas los regimientos gallegos de La Coruña, Lugo y Orense.

Participa en el restablecimiento en el trono de Gran Bretaña de la familia de los Estuardo en 1719.

En 1742 es enviado nuevamente al norte de Italia, regresando a territorio nacional en 1748.

Durante la guerra de la independencia participa en las batallas de, Bailen, Tudela, Talavera, Cádiz, Pamplona y San Marcial, por citar solo algunas de las más importantes.

El 23 de septiembre de 1825 parte del puerto del Ferrol rumbo a la Habana, para combatir la insurrección. y no volvería a la península, pues fue disuelto por reducción de fuerzas en Cuba. Para que la Infantería Española no quedara sin el legendario "Galicia" se crea en la península el día 1 de octubre de 1842 el segundo Galicia, gemelo del anterior formado por los batallones 2º y 3º de "Ceuta" y del 7º de "Vergara" dando continuidad y recogiendo el historial emblemas y Banderas del Antiguo Tercio Viejo de Galicia.

Con la denominación de Regimiento de Infantería Galicia nº 19 permanece entre las guarniciones de Zaragoza y Jaca hasta 1871 que se le cambia el nombre por el de; Regimiento de Infantería nº 19. En 1885 vuelve a recuperar el nombre de Galicia.

En octubre de 1939 se le tituló Regimiento de Infantería de Montaña nº 19 acogiendo en gran parte la herencia de los Viejos "Pardos de Aragón" que fue la verdadera primera Unidad de "Cazadores de Montaña".

Por O.C. de 21 de diciembre de 1943 (D.O. núm.1de 1944) con arreglo a la nueva organización de las Unidades del Ejercito se designó al Batallón de Cazadores de Montana nº 10 con el antiguo nombre de Galicia recogiendo su historial y bandera, por quedar el Regimiento pendiente de disolución.

La organización de 1965 formó con los Batallones de Montaña, Galicia X, Pirineos XI y Antequera XII, el Batallón de Cazadores de Alta Montaña "Pirineos XI", que unido al de igual clase "Gravelinas XXV" constituyeron el Regimiento de Cazadores de Alta Montaña "Galicia" nº 64.

Entre sus últimas actuaciones internacionales, cabe destacar, en Bosnia i Herzegovina, UNPROFOR (ONU) en 1995, IFOR (OTAN) entre 1995 - 1996, en Albania, AFOR (OTAN) en 1999, en Kosovo KFOR (OTAN) entre el 2002 -2003 y 2004-2005, y en Afganistán ASPFOR I (OTAN) entre el 2001-2002 y ASPFOR XI y XII (OTAN) entre el 2005-2006.

El sobrenombre. "EL SEÑOR" implica caballerosidad y orgullo, que jamás deben olvidarse, tanto en la paz como en la guerra. El origen de este curioso sobrenombre es el siguiente: Los Antiguos Soldados del Tercio Viejo de Galicia invertían los escasos dineros que percibían en concepto de sueldo en vestir bien; por ello eran llamados por la gente "Los Señores".

El 15 de julio de 1967, el Excmo. Ayuntamiento de Jaca, le otorga la Medalla de Oro de la ciudad, que ostenta como corbata en su Bandera.

Los hombres que forman esta Unidad se inspiran en las glorias del viejo Galicia, sintiéndolas como propias y dignas de emular. El honroso servicio a la Patria sin escatimar sacrificios, ha de recordar la meta a alcanzar. Y siguiendo al poeta, continuar la labor de aquellos que
"Todo lo sufren en cualquier asalto; Sólo no sufren que les hablen alto."